Pareciera que todo el mundo tiene un tipo de sangre diferente de mí. Y yo me estoy desangrando lentamente. Yo, no sé como parar de sangrar. Y los médicos, tampoco. Y todos aquellos que se acercan con ánimos de ayudar y donar sangre no puede... no son compatibles. Y no sé cuánto más se puede vivir así... perdiendo sangre. Mi única esperanza es recorrer este vanidoso mundo buscando esa persona especial... que tenga mágicamente la misma sangre que yo y quiera compartirla.
Algunos entenderan la analogía... otros no.
Gente On-Line
17 feb 2007
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