Siempre fui una persona muy tímida y de perfil bajo. Esa timidez fue un aliciente importante para mi forma de relacionarme con los demás. De chico, me costaba mucho entablar una conversación y hacer amigos. Sin embargo esa timidez fue evolucionando. Entrado ya mi pasaje por la escuela secundaria, me encontré con un Gino más alegre, extrovertido y amigable. En esta etapa (progresivamente desde los primeros años hasta los últimos) convertí al colegio en mi casa. Me hice amo y señor de mis dominios y comencé a sentir una libertad y comodidad conmigo mismo que antes no encontraba. Podía caminar con la frente en alto por pasillos y corredores, dirigirme a personas, entablar conversaciones... en fin, el colegio era prácticamente MÍO.
Luego fue tiempo de ingresar en la universidad. Aún recuerdo mi desconcierto al pisar el primer día de clases (en el cursillo de ingreso) el reluciente piso del establecimiento educacional. Temía un frío y tedioso "nuevo comienzo". Temía perder toda esa confianza acumulada para entrar en un caos interno de desazón. Sin embargo, me logré sobreponer rápidamente. Caras conocidas empezaron a surgir de cada rincón de dicho lugar. De a poco, me fui integrando, asociandome con cada elemento, rincón y persona de los alrededores. Me hice uno más... pero a su vez, me convertí en algo distinto a "uno más"... era YO. Contemplé la posibilidad de insertar mi persona en un plano distintivo. Y creo por momentos que lo logré. Logré establecer relaciones (a veces ínfimas, a veces más profundas) con cada "compañero" de universidad. En cuestión de días, tenía un grupo base definido y un espectro de posibilidades asombroso. Era otro triunfo más. Estaba logrando conquistar en mí, nuevos territorios y sumaba nuevos súbditos a mi reino fantasioso.
Sin embargo, últimamente, noto algo distinto. Estoy opacado, desatinado. Siento que no brillo ni soy más fuente de relaciones. Siento otras miradas sobre mí... miradas más sombrías. Ahora busco esquivar miradas... obviar conversaciones y escapar constantemente al contacto. ¿Qué me pasó? ¿Qué me hicieron?
Espero recuperar mi status pronto y volver a ser (y creer ser) quien debo ser: YO.