Gente On-Line

22 ago 2009

Cae la noche, y junto con ella mi ánimo, tan pesadamente como una sábana de plomo. Y son las sábanas las que claman su inquietud, esa inquietud de no tener un acuerdo de paz con uno mismo, con ese ser interior tan rebelde, tan incivilizado, tan desentendido. Y es eso lo que genera el vacío, no entenderse uno mismo. Y es ese ya nombrado y tantas veces resonante vacío el que describe la sensación de insatisfacción, la sensación de ser un residuo estelar de un dios tan soberbio que aún no nos ha notado.

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