Ayer me sentía totalmente mal.
Salí a caminar por las calles, a caminar "mis penas".
Y cuando parecía que el día no iba a borrar mis tristezas... me senté a estudiar.
Levanté la mirada y vi una cara sonriente que encendió un haz de luz.
Increíble como una de las más pequeñas y simples cosas de la vida pueden dar vuelta tu realidad.
Ojalá te vuelva a ver, solamente para agradecerte.
Gente On-Line
14 ago 2009
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