Gente On-Line

28 ene 2009

Respecto de un post de otro blog (La hora sin sombra):

La actualidad se caracteríza por la aceleración de todos los procesos de la vida. Y este es un ejemplo más. Yo siento que si hubiese nacido en otra época, capaz sería igual de miserable sumergido en mi soledad. Salvo que sería menos angustiante. Porque vivir pendiente de la correspondencia, una frágil carta que puede demorar días y días en llegar al destinatario, que puede perderse, arruinarse, etc... tantas cosas pueden pasar... excusas de por qué no ha de llegar. Pero hoy en día excusas quedan pocas, porque si sigo solo, no es por fallas técnicas... existen teléfonos celulares, fijos, mensajes de texto, e-mails, messenger, mensajes en facebook, weblogs, fotologs, etc, etc, etc...
Mil canales de comunicación... y ningún mensaje que enviar. Creo que el ser humano siente más que nunca la soledad... porque vive en la ironía del mundo actual: un mensaje puede recorrer todo el mundo en una fracción de segundo, y seguimos sin nada que comunicar. El hombre (o por lo menos yo) inconscientemente se rodea de aparatos de comunicación en un desesperado intento de socializar, de que alguien te busque, te necesite, te llame. Ya no dejamos nada al azar, ni siquiera perdemos llamadas, porque si no estamos cuando llaman, un aparato capta el mensaje. Contestadores automáticos, llamadas perdidas, identificadores de llamada, etc... y... al menos yo, sigo sintiéndome solo. Abrir la casilla de correo con un promedio de 20 mails por día y que ninguno sea un mensaje "personal" es algo frustrante. Me gustaría hacer una estadística consultando a psicólogos, porque creo problemas como ansiedad y depresión deben haber aumentado considerablemente en los últimos años. Los medios de comunicación cada vez más nos "incomunican", nos desarticulan. Pareciese que la televisión es un tirano que reina en cada hogar, prohibiendo como pecado la comunicación familiar.
Si sigo así tendré que mandar la palabra "AMIGO" al 2112 (o uno de esos números de la TV) para que un amigo imaginario (una máquina, obvio) me mande algún saludo alentador, o poder tener una conversación.
La juventud es la que más sufre esta falta de comunicación social. Se busca desesperadamente un tipo de contacto social, con afecto... pero se diluye. Llegan besos antes que caricias o una buena conversación. Y eso genera un vacío aún mayor. También se han generado ciertos tabúes sociales: es bastante complicado engendrar una conversación con un extraño. Y parece normal, pero en cierta manera, todos somos extraños hasta el preciso momento donde dejamos de serlo, ¿no? La gente mira con malos ojos que alguien entable una conversación desde cero. Por eso también existe abuso de alcohol y estupefacientes en los jóvenes... es para quitarse la difícil mochila de la inhibición social. La sociedad misma genera el ambiente propicio para este tipo de enfermedades.

En fin... si estoy escribiendo una carta para alguien, es tan solo por esta necesidad de contacto, de expresarme y llegar a alguien, extender mi ser más allá de mi mismo.

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