Gente On-Line

27 ene 2009

Demasiada calma... y ya siento que vuelve la tormenta...

Sigo desperdiciando mi vida... tirándola por el drenaje. Y aunque el psicólogo ASEGURE que ésto es la vida, que no existe desperdicio de ella, yo estoy seguro que esto así no lo quiero vivir.

Desperdicié nuevos corazones y mil noches ya. Nadie cubre ese espacio especial.

Al final de cuentas sigo vacío.

Sentirse solo puede ser todo un arte. Es la conjunción de los sentimientos apropiados para el momento en que culmina la locura. En la cúspide de la depresión, allí esta la verdadera soledad.

Sentirse especial puede conllevar este tipo de tortura.

Te hace delirar, te hace alucinar, te hace pensar que cualquiera puede llenar ese lugar.

Pero la ironía de todo el asunto es que cualquiera que caiga en ese puesto por cualquier circunstancia, sea destino o mera casualidad, nunca jamás lo llenará. Y consecuentemente, cada persona que pase aumentará la angustia que significa el vacío.

Cada persona que no se queda es una frustración más. Es sumar derrotas. Es asegurar lo dificultoso que es uno para elegir.

Y aún sabiendo lo intrínseco que es todo este tema... sigo buscando alguien, cualquiera, que venga, se siente y se acople a lo que desesperadamente anhelo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog.