Gente On-Line

31 mar 2008

Hoy me levanté y me di cuenta de que mi sentimiento acerca de nadie arriesgándose, jugandose una chance conmigo es totalmente absurdo. En realidad esa expectativa es irrelevante, ya que yo nunca tomo ese riesgo. Jamás juego las cartas necesarias para que la otra persona tenga que decidir. Siento que lo hago, pero siempre me reservo una escapatoria... que uso frecuentemente. Y la realidad termina siendo que espero que la otra persona arriesgue en la primera jugada, jugada que jamás empiezo yo.

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