No existen fórmulas mágicas en la vida, ni llaves que abran todas las puertas. Es por eso que cada uno de nosotros debemos concientizarnos que somos parte de algo más grande y es por ello que por sí solos no somos perfectos. Cada uno de nosotros proveemos un equilibrio único al universo.
Tal vez nos lamentemos que somos muy temerosos para encarar ciertas acciones, pero no olvidemos que tal vez somos "PERFECTAMENTE PRUDENTES" para ciertas otras acciones. Tal vez les parecemos físicamente muy feos a ciertas personas, pero parecemos excelentemente hermosos para otras. Y así con todas y cada una de las aptitudes (y actitudes) que conforman la variedad de persona que somos. No existe una regla escrita que describa la perfección, por tal, somos cada uno de nosotros perfectos a nuestra manera. Obviamente, esto no debe dejar exento del intento de mejora y superación de cada uno. Lo que uno debe buscar internamente es lo que uno cree es lo mejor y cómo se es mejor persona, para luego intentar mejorarse.